Dwelling

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Agosto 2015
Amo esto. Mucho. Amo despertarme cada mañana y tomar un café con el mismo pájaro negro que visita mi balcón mientras miro al océano y el me mira a mi, mientras los murciélagos gigantes duermen en el jardín. Me encanta. La naturaleza es tan inmensa y loca que parece que viviera en un cuento de hadas. En serio, no es raro ver como delfines pasan a saludar mientras surfeas. O ballenas. Un buen susto. Y el cielo. El cielo puede cambiar de color como cien veces en media hora cuando el sol sale o se pone. Estoy viendo mas arcoiris que en toda mi vida. No exagero, cuando llueve, solo tienes que coger unas palomitas y ponerte a contemplar el cielo. Y la Luna... La Luna. Bajar a la playa a pensar, a gritar, a cantar a tocar. Qué mas da si aqui nada importa... En ocasiones siento una soledad preciosa. Paz. Este lugar cada dia me recuerda lo bello que es el planeta. Esta siendo todo muy diferente a lo que entraba en mis planes. Quiero decir, no tiene que ver. Sé que las expectativas no sirven para nada pero, a ver, soy humana. A veces es mejor y a veces es peor. A veces me olvido del gran sueño que taché de mi lista.
Estas son algunas imágenes de mi vecindario, de mi hogar y de mi pequeño espacio de retiro :)































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